ELEMENTOS
Debían separarse.
El mar no los acogía a ambos, la tierra tampoco. Lloraron. Pero al despuntar el alba el sol secó sus lágrimas y les regaló unas alas de fuego con las que vivir juntos en el cielo. |
Debían separarse.
El mar no los acogía a ambos, la tierra tampoco. Lloraron. Pero al despuntar el alba el sol secó sus lágrimas y les regaló unas alas de fuego con las que vivir juntos en el cielo. |