EL AVIONCITO DE PAPEL
- ¡Llegaré tan lejos que cambiaré vidas!
Las demás hojas se rieron viendo la lluvia a través de la ventana. Segundos después de salir volando, una mano lo rescató del charco en el que había caído. La hermosa muchacha miró alrededor buscando al autor de las preciosas palabras escritas en él. Encontró unos ojos llenos de dulzura observándola desde arriba. Ambos sonrieron. - Bueno –se dijo el avioncito empapado pero satisfecho–, ¡ya he cambiado las dos primeras! |